Noviembre 2007.- En marzo de 2005, irritado
porque sonó un celular mientras estaba en juicio, el juez Robert Restaino
exigió que le entregaran el aparato. Al ver que no salía el
"culpable", ordenó la detención de las 46 personas. Los que no
pudieron pagar fianza se quedaron encerrados un buen rato. Unas horas después
el juez dejó que se marcharan, cuando le dijeron que había periodistas
llamando. El episodio le ha costado el puesto a Restaino, que fue retirado de
su cargo por un panel judicial.
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