Un grupo de
médicos logró salvarle la oreja a Julia, quién se peleó con su (ex) mejor amiga
por un novio. La lucha fue tan feroz que Michaela le arrancó a Julia la oreja
de un mordisco. Su cabeza quedó tan dañada que los médicos no podían coserle la
oreja de inmediato. En busca de una solución para que el costado de la cabeza
de Julia sanara y a la vez la oreja no se descompusiera, los médicos de
Colonia, Alemania, se la implantaron temporalmente en una nalga. Una vez que la
cara sanó los doctores se la reubicaron en el lugar tradicional de la oreja. A
pesar del esfuerzo y la creatividad del equipo médico la mujer los demandó
legalmente..
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